jueves, 6 de septiembre de 2012


Nadie detiene los crímenes contra indefensas mujeres en Honduras



CHOLOMA, Cortés.- La ola de violencia contra las mujeres sigue imparable, prueba de ello, es que después de haber sido privada de su libertad por cuatro encapuchados, una joven madre soltera apareció muerta entre las aldeas La Montañuela y Guanacaste de esta jurisdicción.
Lila Edith Martínez Gómez
El pasado martes a las 10:00 de la noche, la Policía recibió una llamada en la central telefónica de emergencia, sobre la presencia del cadáver de una mujer entre unos matorrales, por lo que una patrulla se trasladó al lugar, comprobando la veracidad de la información.
Autoridades de Medicina Forense, Fiscalía de Turno y Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), realizaron el levantamiento de ley, estableciendo que la víctima era Lila Edith Martínez Gómez (34), quien estaba boca abajo, presentando varias heridas de bala, calibre no establecido.
Familiares de la ahora occisa, indicaron que reportaron ante las autoridades policiales de la posta local que había sido privada de su libertad por varios hombres encapuchados.
Recordaron que a las 7:30 de la noche de ese día, la joven se encontraba sentada en una silla mecedora en el corredor de su vivienda de la colonia Rubí, sosteniendo entre sus brazos a una sobrina de un año de edad.
En ese instante, frente al inmueble se estacionaron dos turismos; uno banco y otro gris, de donde se bajaron varios hombres fuertemente armados y con el rostro cubierto con pasamontañas.
Los sujetos destruyeron el candado del portón con el mango de un revólver y luego ingresaron al lugar, dirigiéndose hasta donde estaba Martínez Gómez a quien obligaron separarse de la pequeña, diciéndole, “te vamos hacer unas preguntas”.
Acto seguido la agarraron por la fuerza de uno de los brazos y se la llevaron para introducirla a uno de los vehículos, en el que se la llevaron.
Sus parientes manifestaron que se dedicaba al comercio, pues vendía cosméticos a domicilio. Esta era madre soltera y deja dos hijos de ocho y 15 años de edad, respectivamente.
Agregaron que nunca le conocieron enemigos, ya que era una mujer dedicada al hogar y muy trabajadora.
En lo que va del año, son muchas las mujeres que han perdido la vida violentamente en Honduras y particularmente en la zona norte. (AEA)

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